No es la primera vez, ni la última supongo, que le doy mil vueltas a lo siguiente: vivimos en dos mundos a la vez; el real y el de las redes sociales. A veces me paro a pensar y acabo en la conclusión de que no estamos disfrutando la vida al 100% y todo por culpa de estar tan enganchados a estar conectados, la necesidad de mostrarlo todo. Cada vez que sientes la necesidad de contarle algo al mundo y te paras a hacerlo en vez de disfrutar ese algo al 100% te estás demostrando que estás enganchado a algo.
Todo esto lo pienso queriéndome dedicar a algo tan "de enseñar al mundo" como es la fotografía; puede parecer algo contradictorio o incompatible pero creo que si enseñas algo a través de una foto es para transmitir sentimientos o para mostrar belleza, no quiero que sea por el hecho de mostrar una vida perfecta llena de felicidad o hacer un "postureo".
Podría poner mil ejemplos de que algo no estamos haciendo bien, el típico: llegar a un concierto y tener que sacar fotos y vídeos que no mirarás más (no hablo de fotógrafos de conciertos, que su buen trabajo hacen, me refiero a las fotos/vídeos saltando y chillando), ¿vamos a ver al cantante/grupo o a la pantalla de nuestro smartphone? Haz una foto o un vídeo de tu canción favorita, si quieres un recuerdo, pero no te tires hora y media grabándolo todo.
Llevo una temporada dándole vueltas a todo esto. Sinceramente, me decepciono a mi misma en situaciones similares a estar tomando algo con alguien y sacar el iPhone para hacer otra cosa que no sea disfrutar de ese instante con esa persona. De verdad creo que necesitamos hacer un cambio de comportamiento con las redes pero estamos tan enganchados que es algo muy complicado y más con las presiones de la sociedad. Yo quiero intentar disfrutar más y conectarme menos, no es algo fácil pero es posible.
Más que mundos paralelos, hemos juntado la vida real a las redes sociales y lo hemos fusionado todo; demasiado fusionado....
A. Masip
