Aunque sea un día cualquiera más, siempre guardo un pequeño momento para mirar atrás y ver qué distinto va todo a hace un año; me voy a recordar que hay maneras de que te estropeen un cumpleaños esperando algo de alguien que lo desmontó todo, y me obligo a no permitir más eso en días así, nunca. Los 20 quizá no han sido de lo mejor, más motivo aún para disfrutar al máximo eso que suelen llamar 'mi día'. Ese día en que todo el mundo se acuerda de mí y de que 'me quieren', lástima que más de la mitad del medio mundo se acuerda gracias a facebook... No me ha gustado nunca ser el centro de atención pero se agradecen pequeños detalles que me llenan el día. Es de eso de lo que voy a disfrutar, el tener a esos pocos de verdad cerca y esas pequeñas sorpresas que me sacan mis mejores sonrisas. ¿Qué es más bonito que una pequeña felicitación de un amigo o el abrazo de un familiar? En días como hoy mi ñoñería es insuperable y cualquier tontería me hace emocionar, días como estos siempre acaban por recordarme que existen personas que nunca desaparecerán de mi lado y tendrán esos detalles que tanto necesito yo, y esas son las personas que de verdad importan. Nunca me importarán los regalos, simplemente valoro las ganas de la otra persona por querer hacerme sonreír o por querer demostrar que no se olvida de mí. La madurez de alguien no se mide con su edad, se ve en su forma de actuar, en lo que sus experiencias vividas le han llevado a ser; cumplir años es cambiar un número en tu vida pero se crece día a día. Y aunque la vida para mi no se cuenta por años; la cuento por buenos momentos, pero...
...un año más es 26 de Noviembre; y ya van 21.
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