Me siento en medio, queriendo formar parte de las dos mitades, y tal cosa es imposible ya que una elimina a la otra para siempre y de mala manera. El corazón dice una cosa y la cabeza otra, nunca está claro a quien creer. Debo escoger, ya que mantenerme al margen es imposible; no sé que hacer y tampoco merezco tener que elegir.
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