sábado, 18 de abril de 2015

Destrozarse

Ya no sé si es peor destrozarte físicamente, mentalmente, emocionalmente... He escrito mucho de épocas duras o difíciles y ahora me doy cuenta que la vida está ahí para seguir haciendo de las suyas, cuando todo parece ir bien te puedes llevar una sorpresa más y eso será así siempre. Me cae otra racha dura y ésta vez ni me la he buscado. Dicen que lo que te duele hoy, te hace fuerte mañana; al paso que voy me haré de acero. Se soporta como se puede el tener la energía mínima para escribir y vivir sentado en una montaña rusa de emociones; es leer mis textos y ver en ellos reflejados un sinfin de cambios, reflexiones y duras autocriticas; intento no gritar, no por el ruido, por el miedo al eco; y es que le pongo amor hasta cuando escribo de odio, suerte que me quedan ganas de hablarle al folio... 

La cantidad de vacío, silencio y soledad que me rodea se choca constantmente con felicidad por detalles insignificantes provocando explosiones de emociones que vienen a ser como disparos directos a mi mente. Es ir intentando arreglarte con lo mismo que te rompe. Duele.

Hasta el momento me he dado cuenta de que alguna vez he sufrido por cosas insignificantes, comparadas con lo que llevo encima no eran más que preocupaciones. Y ahora sé realmente lo que es sentirte mal contigo mismo, ver un espejo y querer odiarte, por suerte, en el fondo sé que me atraen más las ventanas que los espejos, que lo que importa no es la coraza de nada, lo que importa siempre es la esencia; y lo que debo intentar no perder en estos días es mi yo de siempre, a ése yo que tanto echo de menos. Destroza.

Parece ser que el estar hecho pedazos por dentro y fuera implica el reflexionar y pensar mil veces más y a alta velocidad; cabeza y corazón le dan vueltas al amor, a la soledad, a las compañías, al futuro, al pasado, al jodido presente, a los recuerdos, a los momentos, al destino y sus encuentros, a los deseos, a los sueños, a los planes, a letras de libros y canciones. Y la música que abraza desde el primer día hasta el último segundo, lo que ha hecho la música en mi vida no lo ha conseguido nadie hasta la fecha, viene a ser mi salvavidas. Mareo.

En tiempos difíciles el que más te ayuda eres tú, vas viendo que cada uno va a lo suyo, tienes apoyos, los básicos de siempre pero sin tu mismo tú por delante te acabas hundiendo más; en las malas vas a ver desaparecer a muchos y qué poco ayuda. Destroza más.

Que el amor no ayuda en malas rachas, esa falsa mentira traicionera llevadora de alegrías pasajeras y tristezas memorables. En mis desangres de tinta gasto mucho tiempo en él, el puto amor de los cojones, tema que me ha llevado páginas y lágrimas, tema en el que tengo guardados los mejores momentos de mi vida, tema que guardo lleno de recuerdos, tema en el que espero le quede algo bonito por añadir algún día futuro... pero me tendré que convencer, cupido a veces se equivoca, o no es eso tampoco; el jardín en el que me meto siempre va lleno de capullos, así que lo mejor es ir de flor en flor, así no hay dolor, no guardo amor y no siento rencor contra mi misma. En este tema si que soy bipolar sin causa, odio al amor tanto como lo amo; tan solo doy un consejo: cuando queráis, hacedlo bien, en plan como si hubiesseis estado solos todo vuestra vida, váis a sentir la felicidad más grande que existe hasta que os rompan y viviréis un poco de dulce dolor y tristeza. Yo por mi parte ando llena de amor pero nadie lo quiere. Jugaré al amor un tiempo.

Hay cosas que creí que serían para siempre y aprendí que el infinito tiene siempre un fin; así que rachas malas empiezan, igual que terminarán. Luchar para vivir, destrozarse solo en folios. Cambios, cambios. Mareo. Espera. ¿La vida un chiste, una putada? No sé...



'Los aviones despegan con el viento en contra'



A. Masip

miércoles, 8 de abril de 2015

La vía de la vida

Las personas,
cómo los trenes:

con mucha suerte pasan a tiempo,                                                      

a veces se retrasan,

otras ni pasan...                                                          


A veces se adelantan y pasan antes de hora,
se van sin ti...


...o te atropellan.



A. Masip




'Mi hogar son las personas, no los sitios'
                                         Rayden