sábado, 30 de marzo de 2013

Querría que alguien me entendiera, me escuchara y comprendiera como me siento, algo que queda como imposible. Encontrar una sola persona que eche de menos mi presencia, alguien quién de verdad valore mis sonrisas y quiera secar mis lágrimas; algo llamado amigo. Una persona que de vez en cuando, sin un motivo, quiera demostrarme con pequeños detalles que le importo, que me valora y que quiere verme bien; alguien que sepa que también puede contar conmigo siempre. Alguien que se dé cuenta de que llevas una mala época sin tener que decirlo y que quiera ayudarte de verdad. Hay veces que el pensar demasiado no es nada bueno. No suelo pedir imposibles, tampoco cosas que no merezco; dicen que das lo que recibes, ya no me lo creo. Ahora lo importante es desahogarme, que me entiendan es capricho. Papel y boli por amigos y fieles compañeros.

miércoles, 27 de marzo de 2013

Històries de metro

Una tarde com qualsevol altre, només hi ha una diferència en aquell dia: el metro fa olor a roses i hi ha més lectors dels habituals. Un altre dia trist com qualsevol altre, amb prou feines podia aguantar les llàgrimes després d'aquells mals dies. Ja anava per la segona parada en direcció a casa. Les portes del vagó s'obren i d'entre algunes persones entra ell, un simple desconegut més, amb una rosa a la mà, "probablement per a la seva estimada" va pensar ella nostàlgica  Tercera parada, quarta... A la cinquena s'aixeca del seu costat, ella s'ha distret una bona estona del trajecte observant-lo, ell deixa la rosa a les seves mans, somriu i marxa; ella queda sorpresa per aquest gest i deixa que una llàgrima llisqui per la seva cara. Mai més es tornaran a creuar però petites històries passen sempre pels túnels de Barcelona, fets curiosos que et fan somriure al ser recordats. Tan curiós, simple i bonic com un dia de Sant Jordi.

viernes, 22 de marzo de 2013

No temo a la soledad, es solo miedo a estar sin ti
aunque nunca te he tenido y jamás lo conseguiré.
Es imposible olvidar a quién quieres con locura,
a quién llevas dentro aunque tu alma por ello quede muda.
Cada día el reloj va más deprisa,
la cabeza se da cuenta pero el corazón lo ignora.
Siempre queda un dulce placer en querer a quién no te quiere,
es verte sonreír y ser feliz aunque no sea yo el motivo.
Puedo asegurar que para que un amor sea real
hay que sufrir para sentirlo de verdad.
De amar sin sentido he aparcado la tristeza en un baúl,
y lo he cerrado, bajo llave cualquier lágrima ha quedado.
Aunque mi alma pide a gritos escapar de esta prisión,
siempre mi duda no está en la mente, está en el corazón.

domingo, 3 de marzo de 2013

Una simple tontería puede cambiarte el ánimo, un simple detalle puede arreglarlo todo o hundirte en un pozo; esto suele suceder cuando vives de los pequeños detalles insignificantes para muchos e importantes para ti. No pides demasiado para sonreír pero tampoco necesitas mucho para romper a llorar. La felicidad se encuentra en las pequeñas cosas aunque, a veces, se esconde demasiado.