sábado, 1 de noviembre de 2014

November

Una de las cosas más frustrantes en la vida es cuando has llegado a tener en la punta de tus dedos aquello que más deseas conseguir y, sin motivo, se te ha escapado; esa época en que crees estar cosniguiendo lo que quieres pero que al final desaparece, sin más. Intentar aferrarse a algo que no debe estar en tu vida no puede ser bueno pero, a veces, la desesperación por conseguir lo que te haría realmente feliz te hace cometer locuras, locuras que te acaban torturando a largo plazo. Dicen que debes aprender a lo largo de la vida a valorarte y quedarte con lo que realmente mereces. Creo tener muy claro qué merezco y veo rápido cuando algo es poco para mi pero mi problema es que, cuando sueño en tener algo tanto tiempo, me tiraría de cabeza por cualquier precipicio sin pararme a pensar si eso acabará cumpliendo mi sueño o destrozándolo en mil pedazos. Pasan los meses, uno tras otro, mis prioridades siguen claras y los intentos de conseguir aquello que sería pura felicidad siguen desvaneciéndose entre recuerdos. Nada tortura más que el saber qué te haría completamente feliz y no poder conseguirlo de ninguna de las maneras posibles. Los meses pasan, los recuerdos pesan, las ganas cansan.... el frío se acerca y no hay abrigo suficiente para este corazón, o los pedazos que de él quedan.


'I've forgotten your face in the rains of November,
I've forgotten your voice -- I don't want to remember'
                                     Rainsong, Phyllis A. Whitney

No hay comentarios:

Publicar un comentario