lunes, 5 de enero de 2015

Sueño entre lectura

En mitad de la madrugada he despertado con la luz encendida, la manta entre las manos y el libro por los suelos; hacía mucho que no me quedaba dormida mientras leía... El hecho de recoger el libro, y tener que tirar esas diez páginas atrás para llegar hasta donde la cabeza dejó de prestar atención a la historia para irse al terreno de los sueños, me ha dado para una reflexión rápida.

Ha sido como cuando en la vida estás haciendo algo que te gusta, lees tranquila en la cama; pero de la nada aparece algo que te distrae, empiezas a notar que la mente ya no lee frases y que estás con los ojos cerrados disfrutando de otro tipo de paz. Dos placeres distintos, uno elegido pero que luego es interrumpido por otro que te sorprende y lo desmonta todo, hasta que te abandona y te devuelve a la realidad del primer placer dejándote atontada por el recuerdo de haber soñado un rato en mitad de una lectura que debes volver a reanudar. Los días están llenos de pequeños placeres que se mezclan entre ellos; algunos son perfectos, otros llegan hasta a poder doler, unos duran, otros se van rápido...; pero, sean como sean esos pequeños detalles de la vida son los que dan color a la verdadera felicidad.


'Las situaciones se me escapan del corazón'.
                                               Teresa Mateo

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