miércoles, 23 de noviembre de 2016

Cerca de mis 23.

El año pasado por estas fechas era muy feliz, hace un año había terminado una de mis pesadillas más grandes. Este año ha sido mucho mejor, casi perfecto pero en estas últimas semanas han aparecido dolor y tristeza en mi vida por la pérdida de dos personas muy importantes en mi vida; mi tío abuelo y mi abuela, dos muertes nada esperadas...

Ahora me toca soplar las velas de mis 23, me va a doler saber que mi abuela no lo va a ver y pensar que la última vez que la ví fué soplando sus velas de los 71... pero la vida sigue. Voy a celebrar un año más, un año para disfrutarlo con mi querida familia y todos mis amigos; la vida es corta, termina cuando menos lo esperas y tenemos que vivir al máximo lo que nos queda por delante, queriendo y dejandonos querer. Cada año aparece gente nueva, en mi caso mi querido novio en estos 22, y desaparecen personas dejando un vacío en ti; debemos asumirlo y tirar hacia adelante quedándonos con lo bueno.

Este 2016 seguirá siendo un buen año pero con un poco de sabor amargo, espero que el camino a mis 24 tenga más momentos buenos que malos, más sonrisas que lágrimas; y que lo disfrute junto a los míos.

A. Masip

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