No voy a comprender nunca como puede alegrarme tanto la Navidad teniendo en
cuenta que, hace años, en una de ellas me contaron que te fuiste al cielo para no volver;
puede que yo fuera muy pequeña pero créeme que no hay año que no me acuerde de
ti, de algunas de esas tardes que pasamos jugando, siempre por algo cada día te pasas por mi mente. Me habría gustado tenerte
ahora conmigo, me habría gustado que estuvieras conmigo aún, en cada una de mis
caídas, en cada una de mis alegrías, en cada uno de mis cumpleaños, en todas mis Navidades... Por
muchas vueltas que le dé eso ya nunca será posible, aunque daría media
vida por darte un último abrazo, por poder decirte que aunque aun fuera una
niña te quise como a pocas personas he querido nunca. Mezcla de rabia y dolor
es lo que siento al pensar que fue una maldita enfermedad la que decidió que no
te volviera a ver jamás. Sé que si ahora estuvieras a mi lado serias de las
pocas personas que llegan a entenderme. Me pregunto si quizá me gusta tanto la
Navidad porqué es mi manera de tenerte cerca aunque ya no estés. Te quise y siempre te querré.
No hay comentarios:
Publicar un comentario