domingo, 2 de diciembre de 2012


No voy a comprender nunca como puede alegrarme tanto la Navidad teniendo en cuenta que, hace años, en una de ellas me contaron que te fuiste al cielo para no volver; puede que yo fuera muy pequeña pero créeme que no hay año que no me acuerde de ti, de algunas de esas tardes que pasamos jugando, siempre por algo cada día te pasas por mi mente. Me habría gustado tenerte ahora conmigo, me habría gustado que estuvieras conmigo aún, en cada una de mis caídas, en cada una de mis alegrías, en cada uno de mis cumpleaños, en todas mis Navidades... Por muchas vueltas que le dé eso ya nunca será posible, aunque daría media vida por darte un último abrazo, por poder decirte que aunque aun fuera una niña te quise como a pocas personas he querido nunca. Mezcla de rabia y dolor es lo que siento al pensar que fue una maldita enfermedad la que decidió que no te volviera a ver jamás. Sé que si ahora estuvieras a mi lado serias de las pocas personas que llegan a entenderme. Me pregunto si quizá me gusta tanto la Navidad porqué es mi manera de tenerte cerca aunque ya no estés. Te quise y siempre te querré.

No hay comentarios:

Publicar un comentario