pasan por lo que yo, dos entre un millón.
No busco admiración, ni compasión;
me he ganado mi propia aprobación.
La sonrisa no me la pinto,
ni la finjo,
sale sola.
Luchar y ganar tiene sus premios:
felicidad, autoestima, madurez y valentía.
Muchos son los retos que la vida presenta a cada uno;
hay a quién le toca escalar el Everest
y a otros, tan solo, cruzar una calle.
La lotería de desgracias nunca será equilibrada.
Toca aceptar y superar(se).
A. Masip
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