La vida es como una partida de ajedrez. Juegas tu contra el mundo, cuentas con tus fichas para vencer al enemigo. Debes arriesgarte, evitar que te derroten y conseguir hacerle a tu rival un 'jaque mate'. Siempre es necesario, para ganar la partida sacrificar algún peón, perder fichas por el camino es habitual; lo importante no son las pérdidas, el objetivo es ganar la partida.
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