viernes, 29 de agosto de 2014

Cuenta la leyenda que algún día pasado salieron versos limpios de mis manos, palabras cargadas con algo más de alegría, frases sin tanta soledad grabada en ellas pero solo se me olvida escribir cuando los días son menos grises; dediqué lineas a mis tabúes, transformé lágrimas en letras; en estos tiempos me hallo escribiendo en el vaho del cristal, en esta vida todo viene y se va; aquí no hay estrella que guarde cada una de las noches, ni canción que acompañe al escritor.

Nunca se me había hecho tan extraño verme en los brazos de alguien, aunque ahora lo extraño sería revivir tal sensación; es solo el recuerdo de aquel reflejo en aquel espejo. Voy haciendo mi camino a base de renuncias, todo por aprender a volar sin un par de alas ni licencias y dejar en tierra cuentos e historias.

Sin palabras todo vale, en silencio todo duele; si se apaga el sol ya veremos quién brilla. No son palmaditas de ánimo en la espalda, son empujones a cada uno de los precipicios del camino. Prefiero vivir con la conciencia tranquila a ser alguien creído y popular; prefiero pasarlo algo mal de vez en cuando a ser feliz a base putear a gente que no lo merece; prefiero ser yo a una copia de algunos... y es que un corazón de piedra no puede llegar a desangrarse nunca y yo ya he soltado toda mi sangre en mil papeles.

El pasado solo pesa si quedan recuerdos; hay días en que casi no recuerdo, luego llega la nostalgia y me apuñala por la espalda. Debería buscar el modo de dibujar un punto y final encima de las comas falsas pero esto seguirá sabiendo a licor del barato, noches de insomnio y resacas emocionales. 

Huele a verano pero se acerca septiembre y septiembre me confunde.


'Com sol i lluna, sempre units però mai junts'

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