miércoles, 30 de mayo de 2012

No hay distancia que pueda con el amor que se siente por alguien. La distancia no es excusa para dejar de querer, ya sea esa distancia de kilómetros o esa distancia de estar cerca físicamente pero lejos un corazón del otro. Si una distancia te permite olvidar, no has olvidado algo que puedas llamar amor. Tampoco se deja de querer a alguien por muy poco correspondidos que sean tus sentimientos, si el dolor que te causan te permite olvidar, has olvidado algo que no llegaba a ser amor. El verdadero amor lo puede sentir cualquiera, solo unos privilegiados disfrutarán de sus ventajas mientras el resto sufrirán sus torturas. Lo peor de todo es que la única cura que tiene esta enfermedad llamada amor es otra dosis de ella misma. Y yo seré la que se queje de la distancia, seré la que no viva ni una de las ventajas y la que no sepa de donde sacar la cura a todo esto.

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