martes, 29 de noviembre de 2011

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Salió del metro con la música sonando en los auriculares, como cada día, eso la ayudaba a mantenerse despierta durante todo el trayecto, también a sentirse mejor o peor dependiendo de la canción que eligiera. Miraba a los demás, no con prepotencia ,pero si son con un pequeño toque de superioridad; ese día era capaz de comerse el mundo. Pasó tranquilamente las ruidosas puertas de la salida del metro y subió las escaleras que daban a la calle, al salir al exterior un cortante frío acarició sus rosadas mejillas. Un escalofrío recorrió su cuerpo, sabia muy bien que ese día no era especial pero tampoco seria del todo normal.

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